La corrosión es el deterioro natural y el posterior desgaste del material de la tubería debido a las reacciones electroquímicas generadas por su entorno, tanto en interior como en exterior.
La corrosión afecta a muchos tipos de metales de tuberías que se utilizan en la vida cotidiana y sus causas son varias aunque algunas se veces se incrementan por mala praxis de instaladores.
Para evitar la corrosión en tuberías metálicas, existen diferentes métodos que el técnico tiene que escoger de entre ellas la más adecuada para cada caso, tanto desde el punto de vista económico como de su conveniencia y eficacia practica.
Las causas de la corrosión
Son muchos los factores que trabajan o pueden conducir a la corrosión de las tuberías como pueden ser aguas con pH bajos o mineralizaciones muy debiles, productos químicos, etc.
No obstante, el condicionante con el que más nos solemos encontrar en nuestras viviendas es la corrosión galvanica.
Esta se produce cuando, en presencia de la humedad, se unen tuberías de diferentes metales y potencial eléctrico. Uno de ellos actúa como ánodo (-) y el otro como cátodo (+), produciéndose una migración de iones del primero al segundo. El flujo de corriente es mayor cuanta más diferencia haya entre los metales.
El caso mas extendido en nuestra zona i viviendas es el del hierro galvanizado junto con el cobre.
Seria el caso por ejemplo de que en nuestra vivienda hemos reformado una cocina o baño y hemos renovado la instalación de las tuberías de agua a cobre cuando en el resto de la casa la instalación sigue en tubería de acero.
O que la comunidad de vecinos ha renovado los montantes de acero a cobre hasta nuestra llave general y nuestra casa mantiene la instalación con acero.
Esta corrosión la vamos a poder controlarla un poco con la utilización de manguitos anti electrolisis colocados entre un material y el otro pero a la larga vamos a tener problemas de corrosión.
Consecuencias de la corrosión
Las tuberías con estos problemas se van deteriorando hasta el punto que ocasionan fugas de agua y podemos llegar a tener que cambiar toda la instalación de la vivienda.
Además es importante estar informado sobre los límites de las pólizas de seguros en concreto sobre el tema de la corrosión ya que la mayoría excluyen los daños.
Si hay un deterioro generalizado, algunas aseguradoras se limitan a indemnizar la reparación del tramo de conducción o tubería causante de los daños a la vivienda, normalmente con un límite económico. Además, advierten de que en caso de no haberse efectuado las reparaciones necesarias no se atenderán daños posteriores por la misma causa, es decir, si no se repara el deterioro de la tubería dañada la aseguradora no tendrá obligación de atender daños posteriores.
Como evitar la corrosión
Tal como hemos dicho la primera opción paliativa es la colocación de los manguitos anti electrolisis.
Aunque para evitar al máximo este problema la mejor opción es la utilización de tuberías plásticas como el multicapa, el PEX o el PE, ya que no tienen par galvánico ni reaccionan con los metales.
Si no tenemos posibilidad de cambiar uno de los dos metales a plástico, una opción intermedia es la utilización de unos descalificadores sin sal que hay en el mercado que actúan como los ánodos de sacrificio de los termos corroyéndose éstos antes que las tuberías.